Sobre mí

Sin ver ni tocar, pero sintiendo el amor más inmenso y profundo… el infinito

Sobre mí

Nunca quise soñar con ser una mamá que sobrevive a su hija… Nunca quise pensar que pudiera vivir la muerte de ella…. Jamás imaginé que algo así me pudiera ocurrir…Y ahora que he aprendido a amar en la distancia más inmensa, en este dolor que no tiene piedad, en las ganas de abrazarte y acurrucarte… Sé que siempre seré tu mamá, un abrazo pendiente nos tiene unidas para siempre.

La verdad es que durante el proceso de la edición del libro estuve varias veces a punto de abandonar el proyecto. No estaba segura de querer compartir algo tan personal. Mostrar todo mi desgarro y mi amor, de repente, no me parecía una buena idea. Las dudas me han jugado muy malos momentos en los que no veía sentido alguno para dar el paso de publicar nuestra historia.

Tuve que volver a atrás en el tiempo para recordar el porqué quise escribir este libro. Lo Pensé no por el dolor de su muerte, sino por la alegría de ser capaz de amarla más allá de su ausencia. Sin olvidar ni seguir adelante sin ella. Por eso aquel día bajando la cuesta (la que subía todos los días) y sintiendo a mi hija, no solo desde el desgarro sino también desde la gratitud de haberla tenido y, poder aún con todo mi dolor, sentir tanto amor.

Aquel día pensé en todos los padres a los que se les estaría aconsejando en ese mismo instante a ahogar sus sentimientos, a no escuchar, a olvidar, no recordar, pensar en otra cosa, guardar silencio. Es inhumano y lo único que hace es sumar más angustia y desconsuelo. Éste fue el pensamiento del que nació la idea de escribir. Y durante el proceso de editar el libro ha vuelto a ser lo que me ha dado empuje y fuerza para continuar

En este espacio quiero homenajear a todas las Madres de brazos caídos. Las mamás anónimas que pasean al lado tuyo… las ¡ilegales! Las sin ¡papeles! Esas que tienen que dejar de llorar…. a esas madres a las que se les aconseja olvidar y seguir adelante… Las que gritan en la oscuridad de un cuarto vacío lleno de sueños rotos… Madres vencidas que sin saber porqué siguen respirando... A esas madres que no pueden decir que lo son por derecho.

 ¡Qué grandes son! Si ves a una de ellas, si la tienes cerca, deja que llore, si es lo que quiere…. No trates de quitar importancia, con alguna frase popular, (que no sirven para todo), a su desconsuelo; para este dolor, a este desgarro lo ayuda un abrazo, un lo siento, un, mamá, un hijo, hija… un, ¡la vida no es justa!, aunque nos asuste pensarlo. Sin más…

Mi Bella Durmiente va de mano en mano, todas ellas son importantes…algunas son manos de madres y padres que miran de frente el vacío más desgarrador. Otras son manos que quieren dar consuelo a sus hijas/os, sobrinas/os, amigas/os… Y encuentran en Mi Bella Durmiente un camino para ser compañeras en esta tremenda travesía llena de desconsuelo… Y están las manos firmes que al leer nuestra historia tiemblan, pero no vacilan al ser conscientes de la importancia urgente del CAMBIO. Manos que asumen su papel en esta sociedad para empujar y trabajar juntos por humanizar (en todos los aspectos: sanitarios, burocráticos) la muerte de nuestros hijos al nacer.

Solo soy una mamá que cuida de su mayor tesoro, mi hija Alma. Es cierto eso que cuentan de lo grande que es el AMOR DE UNA MADRE. Porque no pienso parar hasta conseguir sus derechos, los míos y, los tuyos también.

Pilar Mena.