Duelo Perinatal. Que se callen…

Que se callen, que paren los ruidos que solo ensucian y no aportan nada más que más ruido.

Que se callen, que me dejen escuchar mis propios sonidos, los que me acercan a ti, hija, sin tener que esconderme ni disfrazar sentimientos que viven dentro de nuestra historia. Del camino que compartimos, el que no elegimos y jamás soñamos…

Que se callen y paren los ruidos que no ayudan a escuchar los latidos que sigo sintiendo dentro y guían mis pasos.

No me asusta el miedo, ni la pena, porque si trato de esconderme de ellos me pierdo… Vamos paso a paso, sin descanso. A veces es tan profundo el suspiro que parece que no respiro, pero cuando recobro el aliento y me lleno del amor que siento, te siento ¡tanto y tan cerca! y, tan dentro, que espanto al miedo del paso del tiempo…

Pilar Mena

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