Buscar en tus recuerdos, aunque te tiemblen las manos…
Dejar abierta la puerta de par en par, sin miedo a que la luz llene de claridad los rincones que más te hacen llorar.
Suspirar , reír, llorar…mientras contemplas aquella ropita que no le pusiste jamás y, tantas noches soñaste hacerlo una y otra vez más.
O, ¿sientes que aún no es el momento?
No pasa nada… respira. La puerta no se cierra del todo, se queda entre abierta… esperando, para mostrar todo lo que guarda dentro.
Sabrás cual es el momento, lo sentirás dentro, y tus movimientos te guiarán sin esfuerzo.
Pilar Mena.